domingo, 3 de febrero de 2013

BEATRIX POTTER

Nació el 28 de julio de 1866 en Londres. Creció en una familia de buena posición, victoriana y convencional. Su hermano Bertram, seis años más pequeño que ella, fue su compañero de juegos en la infancia, ya que se educó en casa con institutrices. Tuvieron una constante relación con la naturaleza y pasó horas observando animales y plantas, especialmente en verano cuando pasaban las vacaciones en Escocia o en la región de los Lagos de Inglaterra.
Su futuro iba encaminado a convertirse en una esposa conformista, posición contra la que se revelaba, pues Beatrix Potter quiso alcanzar una vida independiente. Era una intelectual y estudiosa de la naturaleza. Realizó serias investigaciones científicas sobre líquenes, hongos y algas, que tuvo que presentar un tío suyo en el círculo de investigadores, pues por el hecho de ser mujer no se le permitió a la autora. Por la misma razón no pudo estudiar en los Reales Jardines de Kew.
Publicó con treinta y cinco años su primer cuento en 1902: El cuento de Perico el conejo travieso. Fué tal el éxito, que no dejó de publicar hasta 1910 una media de dos cuentos ilustrados al año. En 1905 se casó con su editr, Frederick Warne, con la oposición de sus padres. El marido murió en ese mismo año y Beatrix compró entonces la granja Top Hill, en la población de Sawrey, escenarios de muchas de sus historias.


Durante los últimos treinta años de su vida, en los que volvío a casarse, ahora con su abogado, la escritura y la ilustración dieron paso a una segunda etapa en la que ejerció de granjera y conservadora de la naturaleza. Cuando murió en 1943, legó al estado y al National Trust unas 2000 hectáreas de terreno y quince granjas para su conservación que contribuyó a la creación del Parque Nacional de Lake District.

Esta ecologista pionera, ha logrado que la región que la inspiró, se conserve intacta.
Sus tiernos dibujos no esconden por tanto una mujer ñoña, sino a una mujer que se rebeló en su tiempo y obró siguiendo sus criterios, lejos de lo que se esperaba de ella.
Sus historias y personajes siguen cobrando vida generación tras generación.

Los cuentos  de Beatrix Potter  tenían relación con las personas queridas, los lugares y animales que la autora conocía y por ello, cada uno de los cuentos en esta edición tiene una nota introductoria que lo explica y te sitúa cerca del momento en que la autora escribía e ilustraba el relato.
En sus narraciones hay una mezcla de fantasía y realidad. Refleja hábilmente las costumbres sociales de su época y la tradición rural que tanto disfrutó. Los entornos y los acontecimientos narrados formaron parte de muchos momentos de su vida.
Paisajes, colinas, bosques, animales, senderos, jardines y casas que verás en sus dibujos, son escenarios reales de la región de los Lagos y sobre todo de Sawrey, en donde se encontraba su granja de Top Hill. 
El primer cuento que escribió, en 1902, fue El cuento de Perico el conejo travieso. Hacía siete años que lo había escrito en forma de carta ilustrada para el hijo de su primera institutriz. En un principio lo editó ella misma para regalárselo a sus familiares y amigos, pero el editor Warne, le propuso publicarlo con las ilustraciones a color y en pequeño formato para poderlos llevar en los delantales, lo que era una novedad entonces. Y así se publicarían todos los cuentos, aunque algunos se publicaron en principio en forma de desplegable pero con poco éxito por la dificultad de volver a componerlos.
Este clásico infantil sigue editándose desde hace más de cien años.

Las historias y las ilustraciones son tan entretenidas y bellas, que a medida que avanzas en la lectura te dices: éste, éste es el que más me gusta… pero al leer el siguiente, cambias de opinión. Cada cuento se convierte en favorito.
Para Beatrix Potter, El sastre de Gloucester era su preferido, aunque El cuento de Señora Bigarilla casi, casi que le gustaba igual.
 A Beatrix le interesaron mucho los animales desde pequeña. Muchos de los protagonistas e ilustraciones son de animales domesticados que tuvo en casa.
 Conejos, ardillas, ratones, gatos, erizos, ranas, ocas, tejones, cerdos, zorros… habitan en sus cuentos. 
Pero son animales muy muy especiales…
Tienen cualidades como las personas: ingenuos, engreídos, amables, ariscos, lectores, temerosos, pícaros, valientes… A través de estos singulares animales llegas a conocer bastante bien los comportamientos y actitudes de los humanos.
Aunque aparecen en los cuentos hombres, mujeres y niños, siempre lo hacen como personajes secundarios.

A veces son tan educados, que son un ejemplo en la puntualidad, en saludarse, hacerse regalos , en la limpieza y un ejemplo en tener detalles de agradecimiento y cariño.

Beatrix Potter les viste con esmero y dulzura: Chaquetitas, zapatos, mandiles, bordados, pañuelos, puntillas, levitas… Una colección de ropitas que son una delicia y colaboran a sentirte más cercano a ellos.
Sus animales están tan bien humanizados, que parecen reales. Sus acuarelas son tan minuciosas, que te haces enseguida pequeñito y te transportan sin dificultad a sus casas y a sus aventuras.

 
Los enredos de los relatos en muchas secuencias, bien pueden asemejarse a vivencias humanas: conejitos que crecen y se casan, pequeños bien vestidos que juegan y se ensucian o rompen la ropa, traviesos que van al lugar al que no deben, descaros de vecinos o preocupaciones de los padres por el retraso de alguno de la camada.

Las ilustraciones no pierden detalle de la vida del hogar y aparecen  tazas de fina porcelana, manteles bordados, cunas de mimbre, escobas y cogedores de latón, tocadores con peines, cestas con verduras… No le falta detalle como a cualquier hogar bien equipado. 
Y nada tienen que envidiar las tiendas en donde los animales compran y venden, como la de Jenjibre y Pepinillos : mostrador, pesos, cajas, tarros de cristal, latas o velas se distribuyen como en cualquier establecimiento de la época.
Beatrix Potter era una gran observadora  y tenía un gran conocimiento de la naturaleza. Le interesaba la historia natural, por lo que la mayoría de los motivos que dibujaba eran botánicos o animales del natural. No hay más que fijarse en sus historias, en donde descubrirás dónde viven, qué comen o cómo se desplazan todo tipo de animales.
 
Verás con claridad el paso de las estaciones del año: sus colores, las flores de muchas formas y aromas, los prados verdes, la nieve que todo lo cubre… Muchas variedades de árboles como hayas, tilos o secuoyas.

 Sus cuentos tuvieron un éxito tremendo en Estados Unidos y recibía cientos de correos desde allí, llenos de alegría por sus personajes. Contiuó escribiendo e ilustrando, pero la producción se redujo a un cuento por año, pues la granja le requería mucho tiempo ycada vez estaba peor de la vista.
En 1912, cansada de escribir libros modélicos acerca de gente buena, así lo comentó ella, escribe El cuento del señor Raposo. A pesar de que los protagonistas, el zorro y el tejón, son realmente desagradables y llegan a mostrar una picardía tremenda, la historia tiene un final feliz que complace al lector. Siempre en sus relatos, después de aventuras, situaciones al límite y carreras, todo se desenlaza de forma apaciguadora y justa.
Beatrix Potter también escribió canciones infantiles en forma de versos divertidos y entrañables sobre pequeños animales: Manzanitas verdes yCecilia Perejil.

Conoces a la anciana
 
que en un zapato vivía,
 
y tenía tantos hijos
 
que casi no cabían ?
 
 
 Su estilo pictórico era rico y detallista, de línea precisa y fina. Utilizaba diminutas pinceladas para representar las texturas del pelaje de los animales o de la vegetación y prestaba gran atención a la composición.  

Conoces a la anciana
 
que en un zapato vivía,
 
y tenía tantos hijos
 
que casi no cabían ?
 
 
 Su estilo pictórico era rico y detallista, de línea precisa y fina. Utilizaba diminutas pinceladas para representar las texturas del pelaje de los animales o de la vegetación y prestaba gran atención a la composición.  

En sus libros hay también muchas ilustraciones en blanco y negro. Muchas de ellas son bocetos que decidió no darles pintura por falta de tiempo o visión, pero que no dejan de tener su inconfundible calidad. Todo está lleno de detalles.


Sus obras nos muestran el encanto con el que la autora era capaz de combinar textos e ilustraciones en formato de cuento.


Beatrix Potter murió en Sawrey en 1943, dejándonos sus adorables libros y un extaordinario entorno natural protegido. 


  

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